Colonias de insectos que comparten el poder del cerebro

Científicos de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) recientemente realizaron un estudio comparando la complejidad de la función cerebral en los insectos sociales en comparación con los insectos solitarios o individualistas. Encontraron que, a diferencia de las especies de vertebrados (o superiores), que evolucionaron para tener cerebros cada vez más complejos a medida que su sociedad se vuelve más compleja, los insectos sociales (que comparten información entre los miembros de la colonia) reducen su necesidad de una función cerebral compleja. Lo que significa que sus necesidades de tener un cerebro más desarrollado disminuye a medida que aumenta la complejidad de sus sociedades.

En las sociedades de animales vertebrados, a medida que el entorno social se hace más complejo a lo largo de generaciones, las capacidades cognitivas de los individuos en esa sociedad se ven forzadas a adaptarse y también a volverse más complejas.

Colonias de insectos que comparten el poder del cerebro

Cuestión de necesidades

Las sociedades más complejas tienden a tener una mayor competencia entre sus individuos. A medida que los individuos tienen que enfrentarse a más y más desafíos, como el conflicto por los recursos, sus capacidades cognitivas se ven obligadas a evolucionar con el fin de perfeccionar continuamente su inteligencia para que puedan seguir sobreviviendo en sociedades cada vez más complejas.

Sin embargo, en las especies sociales de insectos, como abejas, avispas, hormigas, termitas, etcétera, la colonia tiende a estar formada por grupos familiares, en los que los jóvenes se quedan para sustituir las funciones de miembros que van desapareciendo, y aunque puede haber algún conflicto entre estas colonias, la supervivencia del grupo depende de su capacidad para trabajar juntos como una unidad bien sincronizada. Las estructuras más cooperativas de las colonias sociales de insectos terminan afectando a la evolución de sus cerebros de manera diferente.

Colonias de insectos que comparten el poder del cerebro

Los investigadores estudiaron los cerebros de 29 especies relacionadas de avispas de Costa Rica, Ecuador y Taiwán. Estudiaron especies solitarias y sociales que tenían colonias de diferentes tamaños y estructuras. Encontraron que la especie solitaria había evolucionado para tener partes cerebrales más grandes asociadas con la cognición compleja, usadas para cosas tales como la memoria espacial, el aprendizaje asociativo y la integración multisensorial.

Colonias de insectos que comparten el poder del cerebro

Por otro lado, las especies de insectos sociales tenían una función cognitiva menos compleja. Los investigadores creen que esto se debe a que los miembros de la colonia social de insectos pueden confiar en los miembros del grupo, lo que significa que no tienen que invertir tanta energía en funciones cognitivas individuales más complejas. Estas especies sociales evolucionaron para sobrevivir cooperativamente, utilizando estrategias tales como compartir información entre los miembros de la colonia, lo que reduce la necesidad de la cognición individual.

Éste tipo de comportamiento muchas veces nos traen dolores de cabeza, ya que aunque solo una avispa o abeja puede intimidarnos, una colonia furiosa es un autentico riesgo, por lo que no debemos permitir que aniden en nuestro hogar o cerca de éste.

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